ENFERMEDADES CARDÍACAS Y VIDA CREACIÓN

La enfermedad cardíaca más común es la arteriopatía coronaria, que es el estrechamiento, obstrucción o disfunción de los vasos que suministran sangre al corazón. Muchos factores, tales como alcohol, tabaquismo, obesidad y diabetes, pueden contribuir a las enfermedades del corazón. La buena noticia es que usted puede tomar decisiones que mejorarán su salud y su vida. Al final de un largo día, puede parecer más fácil pasar por el autoservicio de un restaurante de comida rápida y derrumbarse en el sillón que preparar una comida nutritiva y ponerse sus zapatillas deportivas. Pero cuando usted se comprometa con la salud cardíaca y dé el primer paso en la dirección correcta, verá que se siente mejor y tiene más energía para seguir adelante.

 

LA ENFERMEDAD CARDÍACA NO ES IGUAL PARA TODOS

Las enfermedades cardíacas se producen cuando las arterias grandes que alimentan de sangre al corazón se estrechan o bloquean por depósitos de una sustancia cerosa llamada placa. Los estudios demuestran que las enfermedades cardíacas no siempre afectan a hombres y mujeres de la misma manera. Tome nota de las siguientes diferencias:

  • Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de muerte en las mujeres, aunque ellas las desarrollan entre siete y diez años más tarde que los hombres. A menudo, el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en las mujeres es subestimado debido a la percepción errónea que están protegidas contra éstas. Lamentablemente, el bajo reconocimiento de las enfermedades cardíacas en las mujeres y las diferencias en sus síntomas clínicos puede resultar en un tratamiento menos agresivo para ellas.
  • En comparación con los hombres, las mujeres con enfermedades del corazón están más predispuestas a tener menos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y son más propensas a padecer una enfermedad coronaria leve. Sin embargo, las mujeres con una enfermedad avanzada corren un mayor riesgo de muerte y de resultados adversos—como infarto, accidente cerebrovascular y rehospitalización a los seis meses—que los hombres.
  • Cuando el suministro de sangre al corazón es restringido, tanto hombres como mujeres pueden experimentar un dolor llamado angina. Las mujeres suelen describirlo como un dolor agudo y ardiente en el pecho, y son más propensas que los hombres a tener síntomas como náuseas, vómitos, dificultad para respirar y dolor en la mandíbula, cuello, garganta, abdomen o espalda.

A pesar de estas diferencias, tanto los hombres como las mujeres pueden controlar las enfermedades del corazón haciendo elecciones de estilo de vida positivas.

CAPACIDAD DE ELECCIÓN     ::     REPOSO     ::     ENTORNO     ::     ACTIVIDAD     ::     CONFIANZA EN DIOS     ::     INTERRELACIONES PERSONALES     ::     OBJETIVIDAD EN LA VIDA     ::     NUTRICIÓN

CAPACIDAD DE ELECCIÓN

La capacidad de elección es el primer principio de Vida CREACIÓN. Todos los demás principios se derivan de su decisión de tomar un curso de acción que mejore la salud de su corazón.

Pruebe estos métodos para aumentar su potencial de toma de decisiones positivas:

HABLE CON SU MÉDICO  Se recomienda que consulte a su médico una vez al año, pero al tener una enfermedad cardíaca podría necesitar ver a un cardiólogo más a menudo. La clave es hablar con su médico regularmente y seguir el plan de tratamiento diseñado para usted.

COMPROMÉTASE CON UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE  Un diagnóstico atemorizante puede conducirlo a evaluar sus hábitos y comprometerse a hacer cambios positivos. En lugar de simplemente intentar eliminar los comportamientos negativos, apunte a sustituirlos con alternativas positivas. Por ejemplo, si generalmente se premia con un dulce, considere en cambio ir a ver una película o comprar un libro nuevo.

DEJE DE FUMAR  Por sí mismo, fumar aumenta en gran medida las posibilidades de sufrir un infarto y otras enfermedades cardíacas, pero en combinación con otras elecciones de estilo de vida poco saludables, como la mala alimentación y falta de ejercicio, es especialmente peligroso.

ESTRÉSESE MENOS  Cuando se estresa, su cuerpo libera hormonas del estrés para ayudarlo. Demasiado estrés significa mayores niveles de hormonas, que pueden debilitar su sistema inmune y aumentar la presión arterial. Si intenta manejar el estrés comiendo en exceso o bebiendo alcohol, está aumentando aún más su riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud. En cambio, cuando se sienta estresado y abrumado con trabajo, pruebe usar mitigadores del estrés saludables, como irse de vacaciones, hacer una actividad que le guste o simplemente relajarse en casa.

MANTENGA UNA PRESIÓN ARTERIAL SALUDABLE  Si su presión arterial es normal, un estilo de vida sano puede prevenir o retrasar la aparición de hipertensión u otros problemas. Si su presión arterial es demasiado alta, el ejercicio y la dieta, a menudo combinados con fármacos, pueden ayudar a controlarla y reducir el riesgo de sufrir complicaciones que pongan su vida en peligro.

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Estudios de investigación

CAPACIDAD DE ELECCIÓN

CONSULTE A SU MÉDICO

Referencia Riedl, David, y Gerhard Schüßler. “The Influence of Doctor-Patient Communication on Health Outcomes: A Systematic Review.” Zeitschrift für Psychosomatische Medizin und Psychotherapie 63, no. 2 (2017): 131-150.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, evaluaron sistemáticamente diecisiete estudios controlados, y ocho estudios cualitativos sobre la influencia en los resultados de salud que tiene la relación y comunicación médico-paciente, obtenidos mediante una búsqueda de la literatura médica entre 2000 y 2015. El análisis estadístico demostró que establecer una relación médico-paciente tuvo un efecto positivo en la recopilación de información de salud y educación de los pacientes en 60% de los estudios. Las habilidades de comunicación mostraron mejores resultados y permitieron comportamientos y emociones relacionadas con el tratamiento. Aunque serán necesarios más estudios, esta revisión sistemática reveló que diferentes dominios de la relación y comunicación médico-paciente impactaron positivamente distintos resultados objetivos (como la presión arterial) y subjetivos (como la calificación del dolor).

COMPROMÉTASE CON UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE

Referencia Adriaanse, Marieke A., Charlotte DW Vinkers, Denise TD De Ridder, Joop J. Hox, y John BF De Wit. “Do implementation intentions help to eat a healthy diet? A systematic review and meta-analysis of the empirical evidence.” Appetite 56, no. 1 (2011): 183-193.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Utrecht, Países Bajos, realizaron una revisión sistemática para examinar si establecer intenciones de implementación es una herramienta eficaz para el desarrollo de hábitos de dieta saludables. Se incluyeron un total de 23 estudios empíricos que investigaron el efecto de las intenciones en la implementación de la conducta alimentaria. En la evaluación de los datos, se hizo una distinción entre los estudios que apuntan al aumento de la alimentación saludable (por ejemplo, comer más frutas) y los estudios que tienen como objetivo disminuir la alimentación poco saludable (por ejemplo, comer menos refrigerios poco saludables). El meta-análisis demostró que las intenciones de implementación eran una herramienta eficaz para promover la inclusión de alimentos saludables en la dieta. Los resultados de sustitución de patrones alimenticios poco saludables fueron menos fuertes.

DEJE DE FUMAR

Referencia Yang, Yue-Nin, Yu-Tung Huang, y Chun-Yuh Yang. “Effects of a national smoking ban on hospital admissions for cardiovascular diseases: a time-series analysis in Taiwan.” Journal of Toxicology and Environmental Health, Part A 80, no. 10-12 (2017): 562-568.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad Médica de Kaohsiung, Taiwán, estudiaron la asociación entre una prohibición de fumar integral (11 de enero de 2009), implementada en Taiwán, para evaluar los ingresos hospitalarios por enfermedad cardíaca isquémica (ECI). Se determinaron las tendencias en las tasas de admisión hospitalarias mensuales por ECI a nivel nacional y la frecuencia se comparó con otras afecciones como apendicitis, colecistitis y obstrucción intestinal desde enero de 1997 (un año antes de la primera fase cuando las leyes de prohibición de fumar fueron puestas en ejecución) hasta diciembre de 2012 (tres años después de la segunda fase de la prohibición). El análisis estadístico demostró que las tasas de admisión hospitalarias por ECI disminuyeron un ocho por ciento en comparación con las tasas antes del período de la prohibición. Esta disminución fue significativa para hombres y mujeres, y para todas las categorías de edad después de la primera y segunda fases de la prohibición.

Referencia Huang, Xingtao, Xuedong Wang, Yongpeng Zou, Shuyuan Chen, Ruoxi Zhang, Lulu Li, Bo Yu, y Jingbo Hou. “Impact of Cigarette Smoking and Smoking Cessation on Stent Changes as Determined by Optical Coherence Tomography After Sirolimus Stent Implantation.” The American Journal of Cardiology 120, no. 8 (2017): 1279-1284.

Resumen de la investigación Investigadores de The Second Affiliated Hospital of Harbin Medical University, China, evaluaron los cambios microestructurales después de la colocación de férulas en pacientes con distintos estados de fumadores. Ciento setenta y nueva pacientes se sometieron a una examinación tomográfica de coherencia óptica doce meses después de la colocación de la férula. Los participantes fueron clasificados como fumadores actuales, dejando de fumar en un periodo igual o menor a un año, dejando de fumar en un periodo igual o mayor a un año, y no fumadores. Los resultados mostraron que fumar de manera continuada aumentó el engrosamiento de las paredes arteriales y la incidencia de struts desalineadas. Dejar de fumar ralentizó la progresión del engrosamiento de la pared arterial y redujo la incidencia de struts desalineadas. Los autores concluyeron que dejar de fumar promueve la curación vascular.

REDUZCA EL ESTRÉS

Referencia Chandola, Tarani, Annie Britton, Eric Brunner, Harry Hemingway, Marek Malik, Meena Kumari, Ellena Badrick, Mika Kivimaki, y Michael Marmot. “Work stress and coronary heart disease: what are the mechanisms?” European Heart Journal 29, no. 5 (2008): 640-648.

Resumen de la investigación Investigadores de University College London y St. George University of London estudiaron (Whitehall Study) más de 10,000 funcionarios civiles en Londres (de 35 a 55 años) para examinar la asociación entre la exposición a estrés laboral y el desarrollo de enfermedad cardiovascular (CHD por sus siglas en inglés) y comportamientos saludables, durante un período de 20 años. El estrés laboral crónico se asoció con enfermedad cardiovascular y esta asociación fue más fuerte entre los participantes menores de 50 años. Hubo asociaciones similares entre estrés laboral y baja actividad física, mala alimentación, síndrome metabólico y menor variabilidad del ritmo cardíaco. El estrés laboral también se asoció con un mayor incremento del cortisol en la mañana. Aproximadamente un 32% de los efectos del estrés laboral en la enfermedad coronaria era atribuible a su influencia en el desarrollo de comportamientos poco saludables (por ejemplo, fumar) y el síndrome metabólico. Los autores concluyeron que el estrés laboral puede ser un factor determinante de la enfermedad coronaria entre poblaciones en edad laboral.

MANTENGA UNA PRESIÓN ARTERIAL SALUDABLE

Referencia Levy, Daniel, Martin G. Larson, Ramachandran S. Vasan, William B. Kannel, y Kalon KL Ho. “The progression from hypertension to congestive heart failure.” Jama 275, no. 20 (1996): 1557-1562.

Resumen de la investigación Estudio Framingham Heart Study (un estudio médico cardiovascular a largo plazo entre los residentes de la ciudad de Framingham, Massachusetts. El estudio (comenzó en 1948 con más de 5,000 adultos y está ahora en su tercera generación) analizó estadísticamente tres medidas: 1) hipertensión como riesgo para el desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC); 2) tiempo de progresión de la hipertensión a ICC; 3) factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de insuficiencia cardíaca en pacientes con hipertensión arterial. Hipertensión (presión arterial sistólica de 140 Hg o diastólica de 90 mm Hg o uso actual de medicamento para el tratamiento de la hipertensión arterial) y otros posibles factores de riesgo de ICC fueron evaluados en exámenes clínicos periódicos. Un total de 5,143 sujetos elegibles fueron examinados durante un período de veinte años. El análisis estadístico reveló que la hipertensión era un factor de alto riesgo para desarrollar insuficiencia cardíaca, representando el 39% en los hombres y 59% en las mujeres. La supervivencia después de la aparición de ICC por hipertensión era sombría; solo 24% de los hombres y 31% de las mujeres sobrevivieron cinco años después de su desarrollo.

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REPOSO

Cuando duerme, las células en todo su cuerpo se reparan a sí mismas, las hormonas que le ayudan a lidiar con el estrés se reponen y la presión arterial baja, dándole a su corazón la oportunidad de descansar y sanar. Las investigaciones indican que una buena noche de descanso también contribuye a menores niveles de estrés, un sistema inmune más fuerte y una presión arterial más baja. Dormir lo suficiente también contribuye a mantener un peso saludable y un corazón sano.

Si halla que no está durmiendo lo suficiente, pruebe estas sugerencias para descansar más:

DUERMA MÁS  El café, las bebidas energéticas, los relojes despertadores y el brillo de las pantallas pueden interferir con nuestro ciclo natural de sueño y vigilia. Si tiene una falta de sueño crónica, podría incluso haber olvidado cómo se siente el estar realmente descansado. Para una buena salud del corazón, los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño cada noche. Dormir demasiado o muy poco puede dañar su corazón.

COMBATA EL INSOMNIO  Las noches sin dormir pueden ser el resultado de una variedad de razones, que van desde la ansiedad hasta trastornos médicos, que incluyen las enfermedades del corazón. Antes de tomar medicamentos para combatir el insomnio, desarrolle hábitos que promuevan el descanso: sea más activo durante el día, pase tiempo al aire libre y asegúrese de que su dormitorio sea un ambiente relajante, oscuro y silencioso por la noche, con aire fresco, una temperatura agradable, y una cama y almohada cómodas.

CONTRÓLESE  Las personas con problemas cardíacos a menudo sufren de apnea del sueño, y la falta de oxígeno durante la noche puede empeorar los síntomas. Hable con su médico si se despierta cansado, ronca fuerte o tiene otros indicadores de apnea.

TENGA RECESOS DIARIOS  Dormir no es la única clase de reposo que necesita. Dedique tiempo para relajarse y disfrutar de pasatiempos que nutran su espíritu. Durante el día, tome descansos de 10 minutos para hacer paseos cortos, pensar en momentos felices o escuchar su música favorita.

VÁYASE DE VACACIONES  Las prácticas que resultan en un corazón sano no tienen que sentirse como una tarea: una escapada divertida y relajante podría ser justo lo que le recete el médico. Los estudios han encontrado que cuando personas con alto riesgo de cardiopatías tomaron vacaciones anuales, su riesgo de muerte se redujo.

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Estudios de investigación

REPOSO

DUERMA MÁS

Referencia Liu, Tong-Zu, Chang Xu, Matteo Rota, Hui Cai, Chao Zhang, Ming-Jun Shi, Rui-Xia Yuan et al. “Sleep duration and risk of all-cause mortality: a flexible, non-linear, meta-regression of 40 prospective cohort studies.” Sleep medicine reviews 32 (2017): 28-36.

Resumen de la investigación Investigadores de 11 universidades en los Estados Unidos, China, Italia y Francia realizaron una revisión sistemática de 40 estudios médicos, inscribiendo a más 2 millones de participantes, sobre la asociación entre la duración del sueño y la muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones, con datos obtenidos a través de literatura médica publicada hasta noviembre de 2015. Los resultados mostraron que tanto el sueño corto (menos de cuatro horas) y el sueño prolongado (más de ocho horas) se relacionan con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras afecciones en adultos, en comparación con siete horas de sueño. La evidencia actual sugiere que el sueño insuficiente o prolongado puede aumentar el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones.

Referencia Wang, Dongming, Wenzhen Li, Xiuqing Cui, Yidi Meng, Min Zhou, Lili Xiao, Jixuan Ma, Guilin Yi, y Weihong Chen. “Sleep duration and risk of coronary heart disease: A systematic review and meta-analysis of prospective cohort studies.” International journal of cardiology 219 (2016): 231-239.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad Médica de Tongji, China, revisaron sistemáticamente 17 artículos con 22 informes independientes involucrando a más de medio millón de participantes, sobre la asociación entre la duración del sueño y el riesgo de enfermedad coronaria, con datos obtenidos de la literatura médica hasta enero de 2016. Ambas duraciones de sueño, corta y larga, están asociadas de manera significativa con un mayor riesgo de enfermedad coronaria. En comparación con una duración del sueño de siete horas por día; el riesgo de enfermedad coronaria aumentó un 11% por una disminución del sueño de una hora, y aumentó un 7% por un incremento de una hora.

COMBATA EL INSOMNIO

Referencia Tan, Xiao, Markku Alén, Shu Mei Cheng, Tuija M. Mikkola, Jarkko Tenhunen, Arja Lyytikäinen, Petri Wiklund et al. “Associations of disordered sleep with body fat distribution, physical activity and diet among overweight middle‐aged men.” Journal of sleep research 24, no. 4 (2015): 414-424.

Resumen de la investigación Investigadores de seis universidades de Finlandia y China estudiaron la asociación entre distribución de la grasa corporal, niveles de actividad física, ingesta dietética e insomnio o apnea obstructiva del sueño entre hombres de mediana edad con sobrepeso. Los participantes fueron 211 hombres finlandeses, de 30 a 65 años de edad. Entre los 163 participantes con sobrepeso u obesos, 40 tenían insomnio solamente, 23 tenían apnea obstructiva del sueño solamente, 24 tenía múltiples causas de insomnio y apnea obstructiva del sueño y 76 no tenían trastornos del sueño. Los restantes 48 participantes tenían peso normal sin trastornos del sueño. Se midió la masa grasa y los niveles de actividad física se determinaron por medio de un cuestionario, y los hábitos dietéticos por medio de un diario de comidas de tres días. Los resultados sugieren que la obesidad abdominal se asocia con insomnio o apnea obstructiva del sueño. Además, bajos niveles de actividad física recreativa y consumos dietéticos pobres se relacionan con insomnio y apnea obstructiva del sueño entre los hombres con sobrepeso.

CONTRÓLESE

Referencia Hein, Matthieu, Jean-Pol Lanquart, Gwénolé Loas, Philippe Hubain, y Paul Linkowski. “Prevalence and risk factors of moderate to severe obstructive sleep apnea syndrome in insomnia sufferers: a study on 1311 subjects.” Respiratory research 18, no. 1 (2017): 135.

Resumen de la investigación Investigadores de la Université Libre de Bruxelles, Bélgica, analizaron datos de 1,311 enfermos de insomnio en la base de datos de investigación del laboratorio del sueño del Hospital Erasme para examinar la prevalencia y factores de riesgo del síndrome de apnea obstructiva con sueño moderado a severo. Un índice de apnea-hipopnea igual o mayor a 15 eventos por hora se utilizó como puntaje de corte para determinar el síndrome de apnea obstructiva del sueño moderado a severo. Los resultados mostraron una prevalencia de 14% del síndrome de apnea obstructiva moderada en la muestra de los enfermos de insomnio. Fueron significativos el sexo masculino, ronquidos, somnolencia diurna excesiva y presencia de síndrome metabólico.

TENGA RECESOS DIARIOS

Referencia Hunter, Emily M., y Cindy Wu. “Give me a better break: Choosing workday break activities to maximize resource recovery.” Journal of Applied Psychology 101, no. 2 (2016): 302.

Resumen de la investigación Investigadores de Baylor University, Estados Unidos, examinaron la asociación entre las características de los recesos en días hábiles y el bienestar, en 95 empleados, observados durante cinco días hábiles. Los resultados indicaron que las actividades elegidas por el empleado, y más temprano durante el turno de trabajo, se relacionaron con una mayor recuperación tras el descanso. Además, la duración del receso interactuó con el número de recesos por día de manera que los recesos más largos y los recesos cortos frecuentes fueron asociados con la recuperación en mayor medida que los recesos cortos poco frecuentes.

Referencia Kühnel, Jana, Hannes Zacher, Jessica De Bloom, y Ronald Bledow. “Take a break! Benefits of sleep and short breaks for daily work engagement.” European Journal of Work and Organizational Psychology 26, no. 4 (2017): 481-491.

Resumen de la investigación Investigadores de múltiples instituciones de Finlandia, Alemania y Singapur, investigaron los beneficios de una buena noche sueño y descansos cortos en la dedicación de los empleados al trabajo diario. Se estableció la hipótesis de que el sueño y los descansos iniciados personalmente ayudan a restaurar la energía que, a su vez, permite a los empleados experimentar una alta dedicación al trabajo. Se realizó un estudio con un registro diario de 107 empleados que proporcionaron datos dos veces al día (antes del almuerzo y al final de la jornada laboral) durante cinco días hábiles (453 días en total). El análisis estadístico demostró que la calidad del sueño y los descansos cortos eran beneficiosos para la dedicación de los empleados al trabajo diario. Después de las noches cuando los empleados durmieron mejor, indicaron una mayor dedicación al trabajo durante el día. Por otra parte, tomar descansos cortos en el trabajo durante la tarde estimuló su dedicación al trabajo diario.

VÁYASE DE VACACIONES

Referencia Gump, Brooks B., y Karen A. Matthews. “Are vacations good for your health? The 9-year mortality experience after the multiple risk factor intervention trial.” Psychosomatic Medicine 62, no. 5 (2000): 608-612.

Resumen de la investigación Investigadores de State University of New York, Estados Unidos, estudiaron el riesgo de diversas causas de muerte asociadas con la frecuencia de las vacaciones durante el Ensayo de Intervención de Múltiples Factores de Riesgo (MRFIT por sus siglas en inglés). Más de 12,000 hombres de mediana edad con alto riesgo enfermedad del corazón (CHD) fueron reclutados para el MRFIT. Como parte de los cuestionarios administrados durante las primeras cinco visitas anuales, se preguntó a los hombres si tuvieron vacaciones durante el año pasado. El análisis estadístico mostró que la frecuencia de vacaciones anuales en hombres de mediana edad con alto riesgo de enfermedad cardíaca se asoció con un riesgo reducido de causa de muerte por cualquier causa médica, y más concretamente, muerte atribuida a enfermedad cardíaca.

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ENTORNO

¿Vive en un hogar tranquilo y ordenado, rodeado por el murmullo de un arroyo, cielos azules y árboles que se mecen suavemente? ¿O tiene que lidiar con tráfico pesado, estacionamientos repletos, montones de ropa que lavar, platos sucios y el uso persistente de dispositivos personales?

Todos nos encontramos con ambientes que son menos que perfectos. El truco está en tener más arroyos en nuestras vidas. Pruebe estas ideas para empezar:

DEJE ENTRAR EL SOL  La exposición a la luz solar puede estimular la producción de vitamina D, que es vital para la salud de los huesos y nos protege contra los resfriados, la depresión y ciertas enfermedades autoinmunes. La vitamina solar también es importante para la salud del corazón: los estudios indican que una deficiencia de ésta puede estar relacionada con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Para obtener su dosis diaria de vitamina D, pase al menos 10 minutos afuera al mediodía.

REDUZCA EL DESORDEN  Un hogar u oficina desordenados pueden sumarse al estrés general, y el estrés puede ser perjudicial para su corazón. Cree un lugar tranquilo y apacible ordenando su casa y deshaciéndose de las cosas que no le brinden alegría. Cuando empiece, no se sienta abrumado. Ordene una cosa a la vez: una habitación, un estante o un grupo de cosas hasta que su espacio vital esté libre de desorden.

RODÉESE DE VERDE  Pasar tiempo en espacios verdes—áreas con césped, árboles y vegetación— puede mejorar su estado de ánimo, aliviar el estrés, y bajar su presión arterial y riesgo de padecer enfermedades del corazón. Si no vive en una zona rodeada de árboles, también puede experimentar estos beneficios naturales para la salud caminando en la naturaleza o colocando plantas en su hogar y oficina.

RESPIRE CON CALMA  La contaminación del aire representa un riesgo importante para quienes padecen enfermedades cardíacas. Si vive en una zona altamente contaminada, las partículas en el aire pueden tener efectos inflamatorios en su corazón, que pueden desencadenar una gama de problemas. El contaminante del aire interior más común es el humo del cigarrillo. Para mantener limpio el aire de su casa u oficina, llene el espacio con plantas que purifiquen el aire. Por ejemplo, la hiedra inglesa ayuda a limpiar el aire de agentes contaminantes dañinos.

DISFRUTE EN SILENCIO  Los ruidos fuertes, como el tráfico y los aviones, más que una molestia pueden ser perjudiciales para la salud del corazón. Si su entorno es continuamente ruidoso, haga tiempo para escaparse regularmente a lugares tranquilos, como senderos naturales, la playa o incluso una biblioteca. Si no puede ir físicamente a un sitio calmado, escape mentalmente meditando sobre las escrituras o visualizando una escena tranquila. Los teléfonos, tabletas, televisores y computadoras pueden ser esenciales en nuestras vidas, pero también pueden distraernos, agotarnos y aislarnos. Desconéctelos durante algunos momentos del día y participe en actividades que nutran el corazón, como leer, hacer ejercicio, orar o conversar con familiares y amigos.

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Estudios de investigación

ENTORNO

DEJE ENTRAR EL SOL

Referencia Aleksova, Aneta, Rita Belfiore, Cosimo Carriere, Salam Kassem, Salvatore La Carrubba, Giulia Barbati, y Gianfranco Sinagra. “Vitamin D deficiency in patients with acute myocardial infarction: an Italian single-center study.” Int J Vitam Nutr Res 85, no. 1-2 (2015): 23-30.

Resumen  de la investigación Investigadores de la Universidad de Trieste, Italia, estudiaron el estado de vitamina D en cuatrocientos y setenta y ocho participantes diagnosticados con infarto agudo del miocardio (IAM). Los resultados mostraron deficiencia de vitamina D en 68% y escasez en 22% de los participantes. Los investigadores informaron una muy alta prevalencia de deficiencia de vitamina D en pacientes con IAM en todas las temporadas de inscripción. Los autores concluyeron que la exposición a la luz del sol puede ser una estrategia terapéutica de ahorro para la gestión de la vitamina D.

REDUZCA EL DESORDEN

Referencia Roster, Catherine A., Joseph R. Ferrari, y M. Peter Jurkat. “The dark side of home: Assessing possession ‘clutter’ on subjective well-being.” Journal of Environmental Psychology 46 (2016): 32-41.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Nuevo México y de la Universidad DePaul, Estados Unidos, investigaron la calidad de vida experimentada en el hogar cuando está comprometido por el desorden, definido como una sobreabundancia de posesiones que colectivamente crean espacios vitales caóticos y desordenados. Se realizó una encuesta en línea con una población de adultos de Estados Unidos y Canadá. Los resultados revelan que el desorden tuvo un impacto negativo en la experiencia psicológica del hogar y la sensación de bienestar. Los autores concluyeron que estos hallazgos contribuyen a una comprensión más amplia de cómo los significados del hogar se ven socavados por el desorden de las personas.

RODÉESE DE VERDE

Referencia Gascon, Mireia, Margarita Triguero-Mas, David Martínez, Payam Dadvand, David Rojas-Rueda, Antoni Plasència, y Mark J. Nieuwenhuijsen. “Residential green spaces and mortality: a systematic review.” Environment international 86 (2016): 60-67.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universitat Pompeu Fabra, España, realizaron una revisión sistemática explorando la relación entre la exposición a largo plazo a espacios residenciales verdes y azules, y el riesgo de muerte en adultos. La revisión identificó 12 estudios elegibles en América del Norte, Europa y Oceanía con poblaciones de estudio que van desde 1,645 hasta más de 43 millones de personas. El análisis estadístico indicó que la mayoría de los estudios mostraron una reducción del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (CVD por sus siglas en inglés) en áreas con mayor verdor residencial. Aunque más estudios serán necesarios para producir evidencia más completa, esta revisión indicó que vivir en zonas con mayor cantidad de espacios verdes reduce la mortalidad, principalmente por CVD.

Referencia Triguero-Mas, Margarita, David Donaire-Gonzalez, Edmund Seto, Antònia Valentín, David Martínez, Graham Smith, Gemma Hurst et al. “Natural outdoor environments and mental health: Stress as a possible mechanism.” Environmental Research 159 (2017): 629-638.

Resumen de la investigación Investigadores representando 27 instituciones de España, Reino Unido, Países Bajos y Lituania exploraron la relación entre la exposición a ambientes al aire libre (NOE por sus siglas en inglés) y diversos indicadores de salud mental. Análisis de datos del nivel de exposición de 406 participantes a NOE (incluyendo verdor circundante y espacios verdes o azules) medidos durante un período de siete días. Se recolectó información autoevaluada de salud mental psicológica, bienestar, calidad del sueño, vitalidad, estrés percibido, y contactos sociales. Los resultados mostraron que la exposición a ambientes al aire libre, especialmente alrededor de verdor, se vinculó estadísticamente de manera significativa a mejor salud mental y menos estrés.

RESPIRE CON CALMA

Referencia Khaniabadi, Yusef Omidi, Seyed Mohammad Daryanoosh, Philip K. Hopke, Margherita Ferrante, Alessandra De Marco, Pierre Sicard, Gea Oliveri Conti et al. “Acute myocardial infarction and COPD attributed to ambient SO2 in Iran.” Environmental Research 156 (2017): 683-687.

Resumen de la investigación Investigadores de Estados Unidos, Irán e Italia, representando a 11 instituciones, estudiaron los efectos en el infarto del miocardio (IM) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) de la exposición a corto plazo a dióxido de azufre (SO2) en Irán utilizando el software AIRQ, desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las concentraciones diarias promedio de SO2  fueron utilizadas como estimaciones de la exposición humana a corto plazo y permitieron el cálculo del exceso de riesgo relativo atribuible en un IM agudo y hospitalizaciones por EPOC. El análisis estadístico demostró un mayor riesgo de MI y EPOC atribuible a altos niveles de SO2.  

ESTÉ EN SILENCIO

Referencia Schmidt, Frank, Kristoffer Kolle, Katharina Kreuder, Boris Schnorbus, Philip Wild, Marlene Hechtner, Harald Binder, Tommaso Gori, y Thomas Münzel. “Nighttime aircraft noise impairs endothelial function and increases blood pressure in patients with or at high risk for coronary artery disease.” Clinical Research in Cardiology 104, no. 1 (2015): 23-30.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg, Alemania, exploraron la asociación entre la exposición al ruido de aviones durante la noche y mayor riesgo de infarto del miocardio y accidente cerebrovascular. Es conocido que los pacientes con enfermedad coronaria establecida tienen más eventos cardiovasculares futuros. Sesenta pacientes con enfermedad de los arterias fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos: 1) expuestos al ruido simulado de aviones; 2) sin ruido. El ruido fue simulado en el dormitorio de los pacientes y consistió de 60 eventos durante una noche. Se grabó una poligrafía durante las noches de estudio; función endotelial (flujo sanguíneo de la arteria braquial), cuestionarios, y muestras de sangre se realizaron en la mañana después de cada noche de estudio. Los resultados mostraron que el ruido de aviones durante la noche afectaba notablemente la función endotelial en pacientes con enfermedad cardiovascular o en riesgo. Los efectos vasculares (incluyendo un aumento en la presión arterial sistólica) parecen ser independientes de la molestia y la actitud hacia el ruido y pueden explicar en parte los efectos cardiovasculares secundarios del ruido de los aviones durante la noche.

Referencia Halonen, Jaana I., Anna L. Hansell, John Gulliver, David Morley, Marta Blangiardo, Daniela Fecht, Mireille B. Toledano et al. “Road traffic noise is associated with increased cardiovascular morbidity and mortality and all-cause mortality in London.” European heart journal 36, no. 39 (2015): 2653-2661.

Resumen de la investigación Investigadores de múltiples instituciones en el Reino Unido examinaron los efectos de la exposición prolongada al ruido de tráfico terrestre en hospitalizaciones y muerte en más de 8 millones de habitantes de Londres. Se completaron las evaluaciones de asociaciones del ruido de tráfico terrestre en áreas pequeñas de día (7:00a.m.  – 10:59 p.m.) y de noche (11:00 p.m. – 6:59 a.m.) con hospitalizaciones cardiovasculares y muertes por todas las causas médicas y  cardiovasculares en adultos (de 25 años o más) y ancianos (de 75 años o más). La resultados mostraron que la exposición prolongada al ruido de tráfico terrestre se asoció con mayor riesgo de muerte por cualquier condición médica y muerte por enfermedad cardiovascular en la población general, especialmente en personas mayores que han sufrido un accidente cerebrovascular.

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ACTIVIDAD

Un estilo de vida saludable incluye suficiente actividad física; pero todavía no se apunte en un maratón. Si sufre de alguna enfermedad cardíaca o síntomas relacionados con el corazón, como dolor en el pecho o mareos, consulte a su médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Él podrá aconsejarle las actividades y la intensidad que sean mejores para usted. Si no ha estado haciendo ejercicio con regularidad, comience de a poco y tómelo con calma. Dele tiempo a su cuerpo para adaptarse.

Comience a moverse hoy con estas sugerencias:

APUNTE A 150 MINUTOS CADA SEMANA  Los expertos recomiendan un mínimo de 30 minutos de ejercicio por lo menos cinco días a la semana. No tiene que ser un ejercicio agotador o doloroso, simplemente caminar a un ritmo vigoroso, levantar pesas livianas o cortar el césped puede ser suficiente. Recuerde, hacer algo—sin importar cuán pequeño sea—es mejor que no hacer nada.

SEA ASTUTO  ¿Su trabajo requiere que esté sentado por largos períodos de tiempo? Pruebe hacer una pausa para caminar en lugar de comer. Use las escaleras cuando sea posible, y estacione lejos de las entradas para caminar un poco más. Al buscar oportunidades, usted encontrará maneras simples de incorporar más actividades en su día.

VARÍELO  No necesita una membresía de gimnasio para entrenar. Pruebe el entrenamiento de intervalos, en el que se alternan períodos de ejercicio de alta intensidad (como trotar o caminar con rapidez) con períodos de recuperación de baja intensidad (como caminar a un ritmo moderado o lento). Comience lentamente y aumente la intensidad de su entrenamiento por unos 30 segundos a unos minutos, luego redúzcala por un periodo similar. Repita este ciclo durante 20 a 30 minutos. ¿No está seguro a qué velocidad ir? Si puede hablar tranquilamente durante la actividad más lenta, continúe a ese ritmo. Si no puede, reduzca la velocidad. No se olvide de incluir un poco de levantamiento de pesas para sus principales grupos musculares.

NO SE CONFORME CON POCO  ¿Desea reducir aún más su colesterol y riesgo de infarto y accidente cerebrovascular? Aumente su actividad o el nivel de intensidad de moderada a vigorosa. Los ejercicios aeróbicos, como caminar vigorosamente, trotar, nadar y andar en bicicleta, son buenos para su corazón.

ÚNASE A UN GRUPO  Caminar es una gran manera de perder peso y bajar la presión arterial, y es una actividad de grupo perfecta. Al caminar con un amigo o un vecino, es más probable que se adhiera a sus objetivos de actividad física. Para obtener más beneficios para la salud, camine al aire libre.

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Estudios de investigación

ACTIVIDAD

APUNTE A 150 MINUTOS POR SEMANA

Referencia Almeida, Osvaldo P., Karim M. Khan, Graeme J. Hankey, Bu B. Yeap, Jonathan Golledge, y Leon Flicker. “150 minutes of vigorous physical activity per week predicts survival and successful ageing: a population-based 11-year longitudinal study of 12 201 older Australian men.” Br J Sports Med 48, no. 3 (2014): 220-225.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Western Australia, Australia, exploraron la asociación entre la actividad física y la mejora de la supervivencia (vivir más tiempo) en 12,201 hombres de 65 a 83 años de edad que fueron seguidos durante 10 a 13 años. Los participantes que reportaron 150 minutos de actividad vigorosa por semana eran considerados físicamente activos, lo que fue evaluado al principio y al final del período de seguimiento. La supervivencia fue supervisada durante el período de seguimiento y, a la salida del estudio, también se valuó el estado de ánimo, la cognición y el estado funcional de los supervivientes. Envejecer saludablemente se definió como estar vivo al final del seguimiento y no presentar mayor dificultad en cualquier actividad de la vida diaria y un puntaje no mayor de 10 en el Cuestionario de Salud del Paciente. Los resultados mostraron que los hombres activos tenían menor riesgo de muerte durante 10 a 13 años que los hombres físicamente inactivos. Los hombres físicamente activos tenían mayor probabilidad de cumplir con los criterios de envejecimiento saludable que los hombres inactivos. Los hombres que eran físicamente activos en la evaluación inicial y el seguimiento tuvieron la mayor oportunidad de vivir más tiempo en comparación con los hombres inactivos.

Referencia Stewart, Ralph AH, Claes Held, Nermin Hadziosmanovic, Paul W. Armstrong, Christopher P. Cannon, Christopher B. Granger, Emil Hagström et al. “Physical activity and mortality in patients with stable coronary heart disease.” Journal of the American College of Cardiology 70, no. 14 (2017): 1689-1700.

Resumen de la investigación Investigadores de ocho países, representando a 13 instituciones, analizaron la asociación autoevaluada entre el ejercicio y la muerte en pacientes con enfermedad cardiovascular estable del corazón (CHD), infarto del miocardio (IM) y muerte por otras condiciones. Más de 15,000 pacientes con enfermedad coronaria estable de 39 países en el estudio STABILITY (Estabilización de la Placa Aterosclerótica por Iniciación de Terapia Darapladib por sus siglas en inglés) completaron preguntas al inicio sobre las horas semanales sin ejercitarse, y haciendo ejercicio de intensidad media, moderada y vigorosa. Los resultados mostraron una disminución gradual en la muerte con un mayor ejercicio habitual, que era más pronunciada con mayores niveles de ejercicio, la mayor disminución se presentó en individuos que se ejercitaban 160 minutos por semana. La relación entre la disminución en el riesgo de muerte y una mayor actividad física fue más fuerte en los pacientes con mayor riesgo de cardiopatía coronaria. 

SEA ASTUTO

Referencia He, Dan, Bo Xi, Jian Xue, Pengcheng Huai, Min Zhang, y Jun Li. “Association between leisure time physical activity and metabolic syndrome: a meta-analysis of prospective cohort studies.” (2014): 231-240.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Shandong, China, revisaron 17 estudios elegibles sobre la asociación entre la actividad física recreativa y el síndrome metabólico, obtenidos mediante la búsqueda de literatura médica hasta junio de 2013. Con base en un análisis estadístico, aquellos con altos niveles de actividad física recreativa tienen un menor riesgo de tener síndrome metabólico (tres o más factores de riesgo de enfermedades del corazón) que aquellos con bajos niveles de actividad física. Cuando se comparan personas con niveles de actividad física bajos y moderados, los deportistas moderados tenían un menor riesgo de síndrome metabólico si eran hombres o si siguieron la actividad física durante 10 años o más.

MÉZCLELO

Referencia Croymans, D. M., S. L. Krell, C. S. Oh, M. Katiraie, C. Y. Lam, Ryan A. Harris, y C. K. Roberts. “Effects of resistance training on central blood pressure in obese young men.” Journal of human hypertension 28, no. 3 (2014): 157.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles, Estados Unidos, exploraron los efectos del entrenamiento de resistencia de alta intensidad sobre la presión arterial en jóvenes sedentarios con sobrepeso u obesos. Se entregaron programas de entrenamiento al azar a treinta y seis participantes: grupos de 12 semanas de entrenamiento (tres veces por semana) o de control (ningún entrenamiento durante 12 semanas y evaluación) para medir cambios en la presión arterial central y braquial, composición corporal, y marcadores de lípidos e inflamación. El entrenamiento de resistencia de alta intensidad dio lugar a una disminución de la presión arterial central y braquial sistólica/diastólica independiente de la pérdida de peso y los cambios en la rigidez arterial.

Referencia Weston, Kassia S., Ulrik Wisløff, y Jeff S. Coombes. “High-intensity interval training in patients with lifestyle-induced cardiometabolic disease: a systematic review and meta-analysis.” Br J Sports Med 48, no. 16 (2014): 1227-1234.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Queensland y la Universidad de Ciencia y Tecnología, Australia, revisaron sistemáticamente 10 estudios con 273 participantes, para cuantificar la eficacia y seguridad del ejercicio de alta intensidad comparado con el de intensidad moderada en individuos con enfermedades ccardiometabólicas crónicas de estilo de vida, incluyendo enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, hipertensión, síndrome metabólico y obesidad. El intervalo alto aumentó significativamente la CRF por casi el doble en comparación con un aumento de 9% en el entrenamiento de intensidad moderada.

NO SE CONFORME CON MENOS

Referencia de Souto Barreto, Philipe, Matteo Cesari, Sandrine Andrieu, Bruno Vellas, y Yves Rolland. “Physical activity and incident chronic diseases: a longitudinal observational study in 16 European countries.” American journal of preventive medicine 52, no. 3 (2017): 373-378.

Resumen de la investigación Investigadores de múltiples instituciones estudiaron la asociación entre actividad física y reducción del riesgo de aparición de varias enfermedades crónicas. Los investigadores estudiaron una muestra grande de ciudadanos de 16 países europeos usando datos recogidos entre 2004 y 2013 de la encuesta longitudinal de salud, envejecimiento y jubilación en Europa. En comparación con personas que nunca hacen actividad física, quienes realizan actividad física vigorosa una vez a la semana tenía un riesgo estadísticamente menor de desarrollar enfermedad cardíaca. La magnitud de esas asociaciones aumenta con ejercicios más frecuentes y de mayor intensidad. Los autores concluyeron que realizar actividad física una vez a la semana, menos que las recomendaciones actuales en términos de frecuencia, se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Referencia Alsaleh, Eman, Richard Windle, y Holly Blake. “Behavioural intervention to increase physical activity in adults with coronary heart disease in Jordan.” BMC public health 16, no. 1 (2016): 643.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Filadelfia, Estados Unidos, y la Universidad de Nottingham, Reino Unido, evaluaron el impacto de una intervención conductual (IC) para aumentar la actividad física en pacientes con enfermedad coronaria, que no asistían a programas de rehabilitación cardíaca. El IC incluye una consulta cara a cara, seis llamadas de apoyo (para el establecimiento de metas, comentarios y auto seguimiento) y 18 recordatorios mediante mensajes de texto. Los resultados se evaluaron al inicio y a los seis meses. Los resultados primarios fueron nivel de actividad física, presión arterial, índice de masa corporal, autoeficacia al ejercitarse y calidad de vida relacionada con la salud. Caminar aumentó significativamente en el grupo que entrenó en comparación con el grupo que no lo hizo. El grupo de entrenamiento tuvo una presión arterial significativamente más baja, menor índice de masa corporal, mayor autoeficacia al ejercitarse y mejor calidad de vida relacionada con la salud a los seis meses en comparación con el grupo que no hizo ejercicio.

ÚNASE A UN GRUPO 

Referencia Schulz, Amy J., Barbara A. Israel, Graciela B. Mentz, Cristina Bernal, Deanna Caver, Ricardo DeMajo, Gregoria Diaz et al. “Effectiveness of a walking group intervention to promote physical activity and cardiovascular health in predominantly non-Hispanic Black and Hispanic urban neighborhoods: Findings from the Walk Your Heart to Health Intervention.” Health Education & Behavior 42, no. 3 (2015): 380-392.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, evaluaron la eficacia de la intervención de 32 semanas Walk Your Heart to Health (WYHH) en residentes de la comunidad entre 2009 y 2012. Los grupos se reunieron tres veces por semana en organizaciones de base comunitaria y caminaron durante 45 a 90 minutos (aumentando con el tiempo). El estudio utilizó un diseño de control aleatorio para evaluar la efectividad del WYHH, con participantes aleatorizados en la formación de grupos con entrenamiento o sin entrenamiento. Se recopilaron datos psicosociales, clínicos y antropométricos al inicio, a las 8 semanas y a las 32 semanas, y se hizo seguimiento a los datos de pasos mediante podómetro. Los participantes en el grupo de entrenamiento aumentaron los pasos significativamente durante el período inicial de ocho semanas de entrenamiento, en comparación con el grupo que no entrenaba. Los aumentos en la actividad física se asociaron con reducciones en la presión arterial sistólica, glucemia en ayunas, colesterol total, circunferencia de la cintura e índice de masa corporal a las ocho semanas, y se mantuvieron a las 32 semanas.

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CONFIANZA EN DIOS

Al enfrentar un problema de salud grave como las enfermedades del corazón, se tienen más preguntas que respuestas. Preguntas como: ¿De qué manera cambiará mi vida? ¿Qué me espera en el futuro? En momentos como este, es bueno saber que no está solo. El mismo Dios que lo creó también tiene un interés personal en su bienestar. Él quiere que viva una vida abundante. Confíe en que Dios le ama y tiene un plan para su vida.

Pruebe estos métodos para fortalecer su confianza en Dios:

ORE  Lidiar con cardiopatías puede ser abrumador, pero pasar tiempo en oración o en reflexión apacible puede ayudar a fortalecer su relación con Dios y hacer que se sienta pleno nuevamente. Cuéntele a Dios cómo se siente y pídale ayuda para manejar su condición. Tan solo 20 minutos de oración al día pueden bajar sus niveles de estrés y ayudarle a sentirse en paz.

ASISTA A SERVICIOS RELIGIOSOS SEMANALES  Formar parte de una comunidad religiosa no solo le proporciona apoyo durante los momentos difíciles, según investigaciones, también beneficia su salud en general. Las personas que asisten a la iglesia al menos una vez por semana reducen en un sorprendente 55 por ciento su riesgo de morir a causa de una enfermedad cardíaca.

CREA EN DIOS  Una mentalidad espiritual puede ser calmante y reconfortante. De hecho, los estudios demuestran que creer en un Dios benevolente se asocia con tasas más bajas de estrés, ansiedad y enfermedad. Cuando siente confianza y seguridad en el buen plan que Dios tiene para usted, podrá vivir en paz con Dios.

ESPERE LO MEJOR  Cuando su futuro parezca incierto, recuerde buscar lo positivo y confíe en que sus desafíos pueden conducir a mejoras en su vida. La investigación demuestra que aferrarse a la esperanza puede reducir el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas.

ENCUENTRE SU PROPÓSITO EN LA VIDA  Se ha dicho que los dos días más grandiosos de su vida son el día de su nacimiento y cuando descubre para qué nació. Los investigadores están de acuerdo: tener un propósito en la vida es bueno para usted. De hecho, las personas que tienen un sentido de propósito también tienen un menor riesgo de muerte por enfermedades cardíacas. Para encontrar un mayor significado en su vida, reflexione sobre cuál es su propósito y cómo podría darle sentido a las vidas de otras personas.

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Estudios de investigación

CONFIANZA EN DIOS

ORE

Referencia Ai, Amy L., Kevin L. Ladd, Chris Peterson, C. A. Cook, M. Shearer, y Harold G. Koenig. “Long-term adjustment after surviving open heart surgery: The effect of using prayer for coping replicated in a prospective design.” The Gerontologist 50, no. 6 (2010): 798-809.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, estudiaron la asociación entre oración y la adaptación al someterse a cirugía de corazón abierto (por ejemplo, esperanza contra depresión). La evaluación capitalizó una encuesta preoperatoria y variables médicas en pacientes sometidos a cirugía de corazón abierto de la Base de Datos Nacional de la Sociedad de Cirujanos Torácicos.  Los participantes completaron una encuesta por correo 30 meses después de la cirugía. Los resultados mostraron que los participantes que oraron antes de la operación predijeron menores niveles de depresión y mayores niveles de optimismo y esperanza.

ASISTA A SERVICIOS ECLESIÁSTICOS SEMANALES

Referencia Bruce, Marino A., David Martins, Kenrik Duru, Bettina M. Beech, Mario Sims, Nina Harawa, Roberto Vargas et al. “Church attendance, allostatic load and mortality in middle aged adults.” PloS one 12, no. 5 (2017): e0177618.

Resumen de la investigación Investigadores de seis instituciones examinaron la asociación entre religiosidad (asistencia a la iglesia), una medida del nivel de estrés llamada carga alostática (CA) y muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones. Para este estudio se recopilaron datos de NHANES III (1988-1994) en 5,442 participantes entre 40 y 65 años de edad, que tenían valores de al menos nueve de cada diez marcadores clínicos/biológicos utilizados para conducir la CA, y tenía información completa sobre la asistencia a la iglesia en los últimos 12 meses. La CA se derivó de valores para los marcadores clínicos y biológicos metabólicos, cardiovasculares, nutricionales e inflamatorios. Los feligreses frecuentes (que asistían más de una vez por semana) tenían un riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones 55% menor en comparación con los no asistentes. Hubo una asociación significativa entre la asistencia a la iglesia y muertes reducidas por enfermedad cardíaca y otras condiciones médicas entre adultos de mediana edad. Los no asistentes tenían puntales más altos de estrés (CA) en comparación con los asistentes frecuentes a la iglesia.

CREA EN DIOS

Referencia Ellison, Christopher G., Matt Bradshaw, Kevin J. Flannelly, y Kathleen C. Galek. “Prayer, attachment to God, and symptoms of anxiety-related disorders among US adults.” Sociology of Religion 75, no. 2 (2014): 208-233.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Texas en San Antonio y Baylor University, Estados Unidos, examinaron la relación entre religión y salud mental. Este estudio se suma a la literatura en esta área al abordar dos cuestiones principales: 1) ¿Está asociada la frecuencia de la oración a los síntomas de trastornos relacionados con la ansiedad entre adultos de Estados Unidos? 2) ¿Es esta asociación condicional de la naturaleza del apego de las personas a Dios? Los datos fueron recogidos de la encuesta 2010 Baylor Religion con más de mil cien participantes. Los resultados revelan que las personas que tienen un apego firme a Dios presentan menos trastornos relacionados con la ansiedad en comparación con individuos con un apego evasivo a Dios.

Referencia Koenig HG. Religion, congestive heart failure, and chronic pulmonary disease. J Relig Health. 2002;41(3):263-278.

Resumen de la investigación Un investigador de Duke University, Estados Unidos, estudió 196 pacientes de 55 años o mayores ingresados en Duke University Medical Center con diagnóstico de insuficiencia cardíaca congestiva, para examinar la prevalencia de creencias y prácticas religiosas y sus relaciones con la salud física y mental. Muchos aspectos de las creencias y prácticas religiosas fueron explorados, incluyendo actividades religiosas privadas, asistencia religiosa y religiosidad intrínseca. Las evaluaciones de la religiosidad incluyeron cuestionarios como la Escala de Religiosidad Intrínseca de Hoge. Los resultados indicaron que las prácticas y creencias religiosas se asociaron con mejor capacidad funcional, menor discapacidad y menos dificultades para respirar.

ESPERE LO MEJOR

Referencia Chida, Yoichi, y Andrew Steptoe. “Positive psychological well-being and mortality: a quantitative review of prospective observational studies.” Psychosomatic medicine 70, no. 7 (2008): 741-756.

Resumen de la investigación Investigadores de University College London, Reino Unido, revisaron sistemáticamente 70 estudios elegibles, 35 poblaciones sanas y 35 poblaciones enfermas, en torno a la asociación entre bienestar psicológico positivo y muerte. Los análisis estadísticos mostraron que tanto los afectos positivos (por ejemplo, bienestar emocional, estado de ánimo positivo, alegría, felicidad, vigor, energía) como las disposiciones de rasgos (por ejemplo, satisfacción con la vida, esperanza, optimismo, sentido del humor) se asociaron con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en estudios en poblaciones sanas.

ENCUENTRE SU PROPÓSITO EN LA VIDA

Referencia Sacco, Shane J., Crystal L. Park, D. P. Suresh, y Deborah Bliss. “Living with heart failure: psychosocial resources, meaning, gratitude and well-being.” Heart & Lung: The Journal of Acute and Critical Care 43, no. 3 (2014): 213-218.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Connecticut, Estados Unidos, exploraron las experiencias de personas que viven con insuficiencia cardiaca avanzada (HF por sus siglas en inglés) para determinar en qué medida cuentan con apoyo social y religión/espiritualidad para hacer frente a la enfermedad. Se recopilaron datos de 111 participantes una vez, y nuevamente tres meses después, de cuatro preguntas abiertas (codificadas para identificar recursos psicosociales: significado positivo, agradecimiento, espiritualidad, apoyo social y recursos médicos) sobre vivir con HR. Los participantes también completaron mediciones de bienestar, incluyendo el significado religioso, sentido de la vida, satisfacción con la vida, síntomas depresivos, ansiedad ante la muerte y calidad de vida relacionada con la salud. Los resultados mostraron que la mayoría de los pacientes indicaron utilizar numerosos recursos psicosociales, particularmente significado positivo, religión/espiritualidad, apoyo social y recursos médicos. Significado positivo y religión/espiritualidad se vincularon a la disminución de los síntomas. Religión/espiritualidad también estaban relacionadas con menos ansiedad ante la muerte, mientras que el apoyo social estuvo relacionado con mayor ansiedad ante la muerte tres meses después.

Referencia Cohen, Randy, Chirag Bavishi, y Alan Rozanski. “Purpose in life and its relationship to all-cause mortality and cardiovascular events: a meta-analysis.” Psychosomatic medicine 78, no. 2 (2016): 122-133.

Resumen de la investigación Médicos de los hospitales Mt. Sinai, St. Luke y Roosevelt y la Facultad de Medicina Icahn, Estados Unidos, revisaron 10 estudios prospectivos con un total de 136,265 participantes, para explorar el impacto del propósito en la vida sobre la mortalidad por todas las causas (muerte) y los eventos cardiovasculares.  Poseer un mayor sentido de propósito en la vida se asoció con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones. Las investigaciones futuras deberían centrarse en vincular el propósito en la vida con los resultados de salud, así como con las intervenciones para ayudar a las personas identificadas como poseedoras de un bajo sentido de propósito en la vida.

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INTERRELACIONES PERSONALES

Sus amistades y familiares son importantes por muchas razones, ¿pero sabía que también pueden mejorar su salud? Los estudios demuestran que las relaciones sociales pueden tener una variedad de resultados positivos para la salud, que incluyen la mejora de la salud mental y física e incluso una vida más larga. Sus relaciones tienen un tremendo impacto en sus hábitos de salud—buenos y malos— y son fuentes vitales de apoyo emocional en momentos de estrés.

Independientemente de si tiene o no relaciones fuertes con amigos y familiares en la actualidad, usted puede utilizar estos consejos para desarrollar su red:

EVITE EL DRAMA  Las relaciones estresantes no solo son emocionalmente dañinas para su corazón: también son dañinas físicamente. Para evitar una innecesaria tensión social, enfóquese en establecer relaciones con personas de confianza, espere lo mejor de la gente y practique la empatía hacia los demás.

SOCIALICE EN PERSONA  En años recientes, la tecnología ha cambiado la definición de amistad. Con el clic de un botón, se puede agregar a un nuevo amigo o hacer una conexión nueva. Pero tener cientos de amigos en línea no mejora su salud tanto como una solidaria amistad cara a cara. Las conexiones más importantes y poderosas suceden en persona, así que haga del contacto personal una prioridad.

SEA VOLUNTARIO  Dar a los demás no solo es bueno para quienes reciben su ayuda; también lo es para usted. El voluntariado puede aumentar su sentido de propósito, aumentar su autoestima, combatir la depresión, mejorar la salud e incluso ayudarlo a vivir más tiempo. Por lo tanto, salga de su zona de confort y busque oportunidades de voluntariado en su comunidad, o visite una escuela, hogar de ancianos o refugio para personas sin hogar.

BUSQUE UN SISTEMA DE APOYO  La soledad y el aislamiento pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades del corazón, de modo que no tema acudir al apoyo de amigos y familiares en su viaje hacia una mejor salud. Además, compartir sus preocupaciones y temores con personas que están pasando por una experiencia similar puede ser una manera útil de lidiar con la depresión que suele acompañar las enfermedades del corazón.

PASE TIEMPO CON AMIGOS PELUDOS  Tener una mascota puede mejorar la salud de su corazón. Si no puede tener una mascota en casa, done su tiempo y amor a los animales abandonados o maltratados. Busque el refugio de animales más cercano y sea voluntario para pasear perros o jugar con gatos.

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Estudios de investigación

INTERRELACIONES PERSONALES

EVITE EL DRAMA

Referencia Kershaw, Kiarri N., Gretchen A. Brenes, Luenda E. Charles, Mace Coday, Martha L. Daviglus, Natalie L. Denburg, Candyce H. Kroenke et al. “Associations of Stressful Life Events and Social Strain with Incident Cardiovascular Disease in the Women’s Health Initiative.” Journal of the American Heart Association 3, no. 3 (2014): e000687.

Resumen de la investigación Investigadores de 11 instituciones estudiaron la asociación entre eventos de vida estresantes (EVE) y tensión social con ictus y enfermedad cardiovascular (ECV). Los datos se recopilaron de 82 participantes del Estudio Observacional de Iniciativas de Salud para Mujeres y se usaron para el análisis de EVE y tensión social. Se hizo seguimiento de eventos estresantes enfrentados por las participantes durante durante 18 años. Los resultados mostraron que más eventos de vida estresantes y tensión social se asociaron con mayor incidencia de cardiopatía y accidente cerebrovascular, independientemente de características sociodemográficas y síntomas depresivos.

SOCIALICE EN PERSONA

Referencia Compare, Angelo, Cristina Zarbo, Gian Mauro Manzoni, Gianluca Castelnuovo, Elena Baldassari, Alberto Bonardi, Edward Callus, y Claudia Romagnoni. “Social support, depression, and heart disease: a ten-year literature review.” Frontiers in psychology 4 (2013): 384.

Resumen de la investigación Investigadores de Estados Unidos, Reino Unido e Italia llevaron a cabo una revisión sistemática multi institucional de cinco estudios elegibles sobre la asociación entre factores psicosociales como la depresión y el bajo apoyo social, y el riesgo de enfermedades del corazón, recopilados entre 2002 y 2012. Los síntomas depresivos y la ausencia de apoyo social o marital son factores de riesgo significativos de mal pronóstico en pacientes cardíacos. Los autores concluyeron que los programas de prevención y rehabilitación cardíacos deben incluir no solo evaluación y tratamiento de la depresión, sino también un componente específico sobre el apoyo familiar y social de los pacientes.

Referencia Valtorta, Nicole K., Mona Kanaan, Simon Gilbody, Sara Ronzi, y Barbara Hanratty. “Loneliness and social isolation as risk factors for coronary heart disease and stroke: systematic review and meta-analysis of longitudinal observational studies.” Heart 102, no. 13 (2016): 1009-1016.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de York y la Universidad de Newcastle, Reino Unido, revisaron sistemáticamente 23 documentos con criterios elegibles, incluyendo once estudios de enfermedades del corazón y ocho estudios de accidente cerebrovascular, sobre la asociación entre soledad/aislamiento social y enfermedad coronaria del corazón (ECC)/accidente cerebrovascular. Las relaciones sociales pobres se asociaron con un incremento del 29% en el riesgo de cardiopatía coronaria y un aumento del 33% en el riesgo de accidente cerebrovascular. Se necesitan futuros estudios para investigar si las intervenciones dirigidas a la soledad y el aislamiento social pueden ayudar a prevenir dos de las principales causas de muerte y discapacidad en países de altos ingresos.

Referencia Lima, Maria Luisa, Sibila Marques, Gabriel Muiños, y Cristina Camilo. “All you need is Facebook friends? Associations between online and face-to-face friendships and health.” Frontiers in psychology 8 (2017): 68.

Resumen de la investigación Investigadores del Instituto Universitário de Lisboa (ISCTE-IUL), Portugal, compararon amistades presenciales con amistades virtuales y su asociación con la salud. Dos estudios a gran escala se realizaron en muestras de la comunidad (estudio uno, 350 residentes urbanos; estudio dos, 803 residentes urbanos y rurales). Los resultados mostraron que el número y calidad de las amistades cara a cara se asoció directamente con el estado de salud. Sin embargo, lo mismo no ocurrió con amistades de Facebook. Los autores concluyeron que estos resultados eran similares a los de un estudio previo que concluyó que este patrón de resultados enfatiza los beneficios de las amistades presenciales sobre las amistades virtuales.

SEA VOLUNTARIO

Referencia Anderson, Nicole D., Thecla Damianakis, Edeltraut Kröger, Laura M. Wagner, Deirdre R. Dawson, Malcolm A. Binns, Syrelle Bernstein, Eilon Caspi, y Suzanne L. Cook. “The benefits associated with volunteering among seniors: a critical review and recommendations for future research.” Psychological bulletin 140, no. 6 (2014): 1505.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Windsor, Universidad de California en San Francisco y la Universidad de York, Estados Unidos, revisaron críticamente 73 estudios elegibles sobre los beneficios para la salud del voluntariado en adultos mayores. Los resultados revelan que el voluntariado está asociado con menores síntomas de depresión, mejor salud, menos limitaciones funcionales y menor riesgo de muerte.

BUSQUE UN SISTEMA DE APOYO

Referencia Robles, Theodore F., Richard B. Slatcher, Joseph M. Trombello, y Meghan M. McGinn. “Marital quality and health: A meta-analytic review.” Psychological bulletin 140, no. 1 (2014): 140.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de California, Los Angeles, Estados Unidos, llevaron a cabo un meta-análisis de 126 artículos empíricos publicados en los últimos 50 años describiendo asociaciones entre calidad de la relación marital y salud física en más de 72,000 personas. Los resultados de salud examinados incluyeron función física, severidad de la enfermedad y mortalidad, y reactividad cardiovascular. Mayor calidad marital se relacionó con mejor salud y menor reactividad cardiovascular, tales como baja presión arterial y ritmo cardíaco en reposo durante conflictos maritales. La calidad marital se asoció con conductas saludables, como la dieta.

PASE TIEMPO CON AMIGOS PELUDOS

Referencia Chowdhury, Enayet K., Mark R. Nelson, Garry LR Jennings, Lindon MH Wing, Christopher M. Reid, y ANBP2 Management Committee. “Pet ownership and survival in the elderly hypertensive population.” Journal of hypertension 35, no. 4 (2017): 769-775.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Monash y la Universidad de Tasmania, Australia, analizaron datos del segundo Estudio Nacional Australiano de Presión Sanguínea para evaluar la asociación entre tenencia de mascotas y muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones médicas, durante un seguimiento a largo plazo entre participantes ancianos hipertensos en tratamiento. Los participantes de la encuesta, de 65 a 84 años, respondieron a un cuestionario de tenencia de mascota durante el año 2000. La información de supervivencia se determinó sobre una media de 10.9 años, con una media de 6.9 en el seguimiento después del ensayo. El análisis estadístico indicó que la tenencia de mascotas se asociaba con una mayor supervivencia a enfermedad cardiovascular en una población de ancianos hipertensos en tratamiento.

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OBJETIVIDAD EN LA VIDA

Las personas optimistas son dos veces más propensas a tener corazones sanos que sus contrapartes pesimistas. Pero, según la Asociación Americana del Corazón, ser positivo puede ser especialmente difícil para las personas con enfermedades cardíacas. Los estudios sugieren que hasta un 33 por ciento de los pacientes que sufrieron infarto desarrollan algún grado de depresión, un porcentaje mayor que el 10 por ciento de la población en general que lidia con la depresión.

Es natural sentirse deprimido después de un diagnóstico grave o mientras se recupera de una enfermedad cardíaca. Pero la duración y severidad de los síntomas revelarán si está experimentando respuestas naturales (como tristeza o miedo) o se está hundiendo en un estado depresivo.

Si ya no tiene su habitual entusiasmo por la vida, hable con su médico de inmediato. Puede hacerse una prueba de detección simple, y la depresión es tratable con orientación, medicamentos o una combinación de ambos.

Aquí tiene algunas sugerencias que pueden aliviar su carga emocional y ayudarle a avanzar con paz y felicidad:

BUSQUE EL LADO POSITIVO  Las personas que ven el vaso medio lleno tienen un menor riesgo de morir por enfermedades cardíacas que quienes ven el vaso medio vacío. Aunque muchas personas piensan que el optimismo es un rasgo con el que se nace, la verdad es que se puede aprender a mirar el lado positivo. Para practicar el optimismo, intente ver los desengaños de la vida como oportunidades para aprender, crecer y mejorar.

RÍASE  La risa no solo trae alegría a su vida, también reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón, infarto y accidente cerebrovascular. La risa tiene un efecto relajante que también disminuye la presión arterial.

VIVA CON GRATITUD  No espere hasta el Día de Acción de Gracias para pensar en sus bendiciones. Expresar gratitud con regularidad es, literalmente, bueno para su corazón. Un estudio encontró que las personas que mantienen un diario de gratitud duermen mejor, y tienen menos depresión y más confianza acerca de mantener un corazón sano. Para desarrollar el hábito de la gratitud, escriba aquello por lo que esté agradecido en un diario o en su teléfono, o repase mentalmente las bendiciones de cada día antes de acostarse.

PERDONE  Un componente crucial de la visión de la vida es el perdón. Deje atrás los errores del pasado para vivir una vida positiva hoy. Las emociones negativas, como el dolor y el enojo, pueden pasarle factura a su cuerpo y espíritu, así que reconozca estos sentimientos a medida que emergen y lidie con ellos de inmediato.

VALÓRESE  Nadie habla con usted tan a menudo como usted mismo. Por eso es importante que lo que piense de usted sea compasivo y solidario. En lugar de castigarse, sea amable y háblese como si estuviera hablando con un ser querido.

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Estudios de investigación

OBJETIVIDAD EN LA VIDA

BUSQUE EL LADO POSITIVO

Referencia Kim, Eric S., Kaitlin A. Hagan, Francine Grodstein, Dawn L. DeMeo, Immaculata De Vivo, y Laura D. Kubzansky. “Optimism and Cause-Specific Mortality: A Prospective Cohort Study.” American journal of epidemiology 185, no. 1 (2017): 21-29.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Oxford y Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, Estados Unidos, analizaron los datos prospectivos del estudio Nurses’ Health Study, con 70,021 participantes, sobre la asociación entre el optimismo y el riesgo de pobres resultados de salud, especialmente enfermedad cardiovascular, evaluados entre 2006 y 2012. El análisis estadístico encontró que un mayor grado de optimismo se asoció con un menor riesgo de muerte prematura por cáncer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria e infección.

Referencia Weiss-Faratci, Netanela, Ido Lurie, Yael Benyamini, Gali Cohen, Uri Goldbourt, y Yariv Gerber. “Optimism During Hospitalization for First Acute Myocardial Infarction and Long-Term Mortality Risk: A Prospective Cohort Study.” In Mayo Clinic Proceedings, vol. 92, no. 1, pp. 49-56. Elsevier, 2017.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad Hebrea y la Universidad de Tel Aviv, Israel, estudiaron la asociación entre el optimismo (definido como expectativas positivas generalizadas sobre el futuro) y la mortalidad a largo plazo (vivir más tiempo) en jóvenes sobrevivientes de infarto de miocardio (IM). Un subgrupo de 664 pacientes, de 65 años y más jóvenes, extraídos del estudio longitudinal Israel Study of First Acute Myocardial Infarction, completó un cuestionario adaptado de la Prueba de Orientación de Vida (POV) durante su hospitalización entre el 15 de febrero de 1992 y el 15 de febrero de 1993. Variables sociodemográficas, clínicas y psicosociales adicionales se midieron al inicio del estudio; el seguimiento de la mortalidad (muerte) duró hasta el 31 de diciembre de 2015. Los resultados mostraron que mayores niveles de optimismo durante la hospitalización por IM se asociaron con menor tasa de mortalidad durante un período de seguimiento de dos décadas.

Referencia Pänkäläinen, Mikko, Tuomas Kerola, Olli Kampman, Markku Kauppi, y Jukka Hintikka. “Pessimism and risk of death from coronary heart disease among middle-aged and older Finns: an eleven-year follow-up study.” BMC public health 16, no. 1 (2016): 1124.

Resumen de la investigación Una investigación de la Universidad de Tampere, Finlandia, investigó la relación entre optimismo, pesimismo y muerte por enfermedad cardíaca. Fue un estudio de 11 años con 2,815 participantes que constó de tres grupos de edad: 1) 52 a 56; 2) 62 a 66; y 3) 72 a 76. Los niveles de optimismo y pesimismo de los sujetos del estudio se determinaron al inicio utilizando una versión revisada de la Prueba de Orientación de Vida (LOT-R). Once años más tarde, se utilizaron esos resultados y los datos de seguimiento sobre la cardiopatía como causa de muerte.  Los resultados mostraron que quienes murieron debido a enfermedades del corazón fueron significativamente más pesimistas al inicio que los demás, este resultado se aplica tanto a hombres como a mujeres. El puntaje más alto de pesimismo fue aproximadamente 2.2 veces mayor en comparación con los sujetos con puntuaciones más bajas. Los autores concluyeron que el pesimismo parece ser un importante factor de riesgo de muerte por enfermedad cardíaca.

RÍASE

Referencia Hayashi, Kei, Ichiro Kawachi, Tetsuya Ohira, Katsunori Kondo, Kokoro Shirai, y Naoki Kondo. “Laughter is the best medicine? A cross-sectional study of cardiovascular disease among older Japanese adults.” Journal of epidemiology 26, no. 10 (2016): 546-552.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Tokio, Japón, evaluaron la asociación entre la frecuencia de risa diaria con enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular entre hombres y mujeres japoneses mayores que vivían en comunidad. Se analizaron los datos de 20,934 personas, de 65 años o más, que participaron en el estudio de evaluación gerontológica de Japón en 2013. En la encuesta por correo, los participantes proporcionaron información sobre la frecuencia de risa diaria, así como el índice de masa corporal, información demográfica y factores de estilo de vida, y diagnosis de la enfermedad cardiovascular, hiperlipidemia, hipertensión y depresión. Los resultados mostraron que después del ajuste por hiperlipidemia, hipertensión, depresión, índice de masa corporal y otros factores de riesgo, la prevalencia de enfermedades del corazón entre los que nunca o casi nunca reían fue 1.21 veces mayor que en aquellos que dijeron reír cada día y fue 1.60 veces mayor para accidente cerebrovascular.

VIVA CON GRATITUD

Referencia Redwine, Laura S., Brook L. Henry, Meredith A. Pung, Kathleen Wilson, Kelly Chinh, Brian Knight, Shamini Jain et al. “Pilot randomized study of a gratitude journaling intervention on heart rate variability and inflammatory biomarkers in patients with stage B heart failure.” Psychosomatic medicine 78, no. 6 (2016): 667-676.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, exploraron la relación entre gratitud (la práctica de apreciar las características positivas de la vida) y la progresión y el desarrollo de síntomas de insuficiencia cardíaca y mejor calidad de vida. Este estudio piloto aleatorizó a 70 pacientes, de más de 60 años de edad, para una intervención de ocho semanas que requería llevar un diario de gratitud o el tratamiento usual. Las evaluaciones incluyeron el cuestionario de gratitud de seis ítems, variabilidad del ritmo cardíaco en reposo (HRV por sus siglas en inglés) y un índice de biomarcadores inflamatorios. A la mitad de la intervención se midió el cuestionario de gratitud de seis ítems. Después de la intervención se repitieron las mediciones pero también se incluyó la tarea de llevar el diario de gratitud. La intervención de gratitud se asoció con mejores puntajes de rasgos de gratitud, reducción de biomarcadores inflamatorios y una disminución en la variabilidad del ritmo cardíaco durante la tarea de llevar el diario de gratitud, en comparación con el tratamiento usual. Aunque se necesitan estudios a gran escala con condiciones de control activo para confirmar estos hallazgos, este estudio sugiere que llevar un diario de gratitud puede mejorar los biomarcadores relacionados con la progresión de la insuficiencia cardíaca, tales como inflamación reducida.

Referencia Cheng, Sheung-Tak, Pui Ki Tsui, y John HM Lam. “Improving mental health in health care practitioners: Randomized controlled trial of a gratitude intervention.” Journal of consulting and clinical psychology 83, no. 1 (2015): 177.

Resumen de la investigación Investigadores del Instituto de Educación de Hong Kong, China, investigaron si dirigir la atención de los profesionales a eventos de gratitud en el trabajo podría reducir el estrés y los síntomas depresivos. El estudio, realizado en cinco hospitales públicos, asignaron aleatoriamente 101 profesionales a tres condiciones: gratitud, molestia y ningún tratamiento. Los participantes en el grupo de gratitud y molestia escribieron diarios de gratitud y molestia respectivamente, dos veces a la semana durante cuatro semanas consecutivas. Un grupo sin diario sirvió como control. Los síntomas depresivos y el estrés percibido se recopilaron al inicio, después del tratamiento, y en un seguimiento a los tres meses. Los resultados mostraron que el efecto de la escritura de un diario de gratitud, en comparación con el grupo de control o de molestia, disminuyó el estrés y los síntomas depresivos con el tiempo. Los escritores de los grupos de molestia y sin diario tuvieron el mismo resultado.

Referencia Mills, Paul J., Laura Redwine, Kathleen Wilson, Meredith A. Pung, Kelly Chinh, Barry H. Greenberg, Ottar Lunde et al. “The role of gratitude in spiritual well-being in asymptomatic heart failure patients.” Spirituality in clinical practice 2, no. 1 (2015): 5.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, y la Universidad de Stirling, Escocia, examinaron las asociaciones entre gratitud, bienestar espiritual, sueño, estado de ánimo, fatiga, autoeficacia cardíaca, e inflamación en 186 hombres y mujeres con insuficiencia cardíaca asintomática de etapa B, en edades de 66 a 76 años. La gratitud se evaluó con una herramienta de evaluación validada para medir con qué frecuencia las personas sienten gratitud. Todos los marcadores psicológicos se evaluaron con medidas cuantitativas validadas. Los resultados mostraron que la gratitud se asoció con mejor sueño, menos depresión, menos fatiga y mejor confianza en sí mismos para mantener la función cardíaca. Los pacientes que expresaron más gratitud también tenían menores niveles de marcadores inflamatorios.

PERDONE 

Referencia May, Ross W., Marcos A. Sanchez-Gonzalez, Kirsten A. Hawkins, Wayne B. Batchelor, y Frank D. Fincham. “Effect of anger and trait forgiveness on cardiovascular risk in young adult females.” The American journal of cardiology 114, no. 1 (2014): 47-52.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad del Estado de Florida, Estados Unidos, exploraron la asociación entre la ira, el perdón y factores de riesgo cardiovascular. La tendencia a la ira (State-Trait Anger Expression Inventory-2) y TTF (Tendency to Forgive Scale) se evaluaron en 308 voluntarias femeninas sanas asignadas a tres estudios relacionados, pero distintos. El estudio uno evaluó la presión arterial latido a latido (PA). El estudio dos utilizó el flujo sanguíneo evaluado. El estudio tres evaluó PA ambulatoria de 24 horas y rigidez de las arterias. Los resultados demostraron que la ira se asoció significativamente con aumento del trabajo ventricular y consumo de oxígeno del corazón, y alta PA ambulatoria. Por el contrario, el perdón se asoció con un corazón más favorable (efectos hemodinámicos). Estos hallazgos sugieren que intervenciones destinadas a disminuir la ira y aumentar el perdón pueden ser clínicamente relevantes.

VALÓRESE

Referencia Taber, Jennifer M., Jennifer L. Howell, Amber S. Emanuel, William MP Klein, Rebecca A. Ferrer, y Peter R. Harris. “Associations of spontaneous self-affirmation with health care experiences and health information seeking in a national survey of US adults.” Psychology & health 31, no. 3 (2016): 292-309.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Florida, Estados Unidos, examinaron los datos de la Encuesta Nacional de Tendencias de Información de Salud 2013, completada por 2,731 encuestados, sobre la asociación entre autoafirmación (por ejemplo, reflexionar sobre nuestras fortalezas y valores) y participación en el proceso médico con el profesional de la salud. La autoafirmación espontánea se relacionó con resultados positivos en contextos sanitarios, tales como una percepción más positiva de la comunicación con el proveedor, mejor calidad de la atención percibida y mayor probabilidad de hacer preguntas en una cita médica .

Referencia Tang, David, y Brandon J. Schmeichel. “Self-affirmation facilitates cardiovascular recovery following interpersonal evaluation.” Biological psychology 104 (2015): 108-115.

Resumen de la investigación Investigadores de Texas A&M University, Estados Unidos, realizaron un experimento para probar la hipótesis de que la autoafirmación reduce las respuestas físicas negativas después de recibir una evaluación ofensiva. Los participantes escribieron un ensayo y recibieron comentarios evaluativos neutros u ofensivos de otro participante sobre su ensayo. Después, los participantes escribieron acerca de un valor personal fundamental (autoafirmación) o un valor menos importante (no autoafirmación). Por último, los participantes jugaron un juego competitivo de tiempo de reacción que les permitió atacar con ruido a su pretendido evaluador. Los resultados mostraron que la presión arterial media aumentó en respuesta a ser evaluado negativamente y regresó a la línea de base más rápidamente después de la autoafirmación. Además, los comentarios evaluativos ofensivos (versus neutrales) causaron un mayor aumento del ritmo cardíaco, excepto entre aquellos que se autoafirmaron después de la evaluación.

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NUTRICIÓN

Lo que pone en su cuerpo puede disminuir o aumentar su riesgo de padecer enfermedades cardíacas, especialmente cuando se combina con otros factores de estilo de vida. En el relato bíblico de la creación, el primer menú se deriva del agua más pura, frutas y verduras. Curiosamente, el plan original de Dios refleja lo que la ciencia nos dice hoy en día: que es la forma más sana de comer. Al abordar el tratamiento de las enfermedades del corazón, eliminar el sodio y las grasas nocivas de su dieta es un componente importante. Siga una dieta de alimentos vegetales integrales para proteger los vasos sanguíneos del desarrollo de obstrucciones peligrosas.

También pruebe estos consejos:

ELIJA ALIMENTARSE DE PLANTAS  Una dieta rica en frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres y grasas saludables—como el aceite de oliva, el aguacate (palta) y los frutos secos—reduce grandemente el riesgo de padecer cardiopatías. Comience agregando una fruta o vegetal a cada una de sus comidas y siga aumentando su consumo de alimentos saludables para el corazón.

CENE FUERA SABIAMENTE  El sobrepeso es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón, de modo que es importante reemplazar los malos hábitos por otros nuevos y más saludables, como hacer ejercicio con regularidad, desayunar y controlar el tamaño de las porciones. Comer fuera puede ser otro obstáculo para sus objetivos de pérdida de peso, así que cuando vaya a un restaurante evite el pan gratis, beba agua y divida su plato principal con alguien o pida la mitad de su comida para llevar. De esta manera, solo consumirá la mitad de las calorías y obtendrá dos comidas por el precio de una.

DESAYUNE  Usted ya ha escuchado que el desayuno es la comida más importante del día, y eso es especialmente cierto para las personas que se preocupan por la salud del corazón. Saltarse el desayuno puede aumentar su riesgo de padecer enfermedades del corazón, así que empiece el día con una comida saludable baja en grasa y sodio. Evite las carnes de desayuno saladas, y pruebe un bol de avena con frutas frescas y nueces.

HIDRÁTESE CON AGUA  Cada célula de su cuerpo se compone de agua, por lo que no es sorprendente que necesite beber mucha agua para mantenerse sano. Un estudio encontró que las personas que beben cinco o más vasos de agua al día tienen menor riesgo de tener problemas cardíacos fatales que las personas que beben dos vasos o menos al día. Para que el agua sea más sabrosa, agregue un chorrito de limón o lima, una ramita de menta o una rodaja de naranja.

SEPA QUÉ ALIMENTOS EVITAR  Las grasas saturadas y trans son abundantes en los alimentos fritos. Los carbohidratos refinados—como el arroz blanco y la pasta, las bebidas azucaradas y las carnes procesadas—también son culpables encubiertos. En cambio, enfóquese en una dieta alta en fibra, que incluya cereales integrales, frutos secos, frutas frescas y verduras. Estos alimentos disminuyen el colesterol, reducen la grasa no deseada, bajan la presión arterial y le proveen a su cuerpo los nutrientes que necesita.

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Estudios de investigación

NUTRICIÓN

ELIJA ALIMENTARSE DE PLANTAS

Referencia Oyebode, Oyinlola, Vanessa Gordon-Dseagu, Alice Walker, y Jennifer S. Mindell. “Fruit and vegetable consumption and all-cause, cancer and CVD mortality: analysis of Health Survey for England data.” J Epidemiol Community Health (2014): jech-2013.

Resumen de la investigación Investigadores de University College London, Reino Unido, examinaron Encuestas de Salud en Inglaterra anuales con 65,226 participantes, en edades de 35 años y más, de 2001 a 2008, sobre la asociación entre consumo de frutas y verduras, y mortalidad por cualquier causa relacionada con cáncer y enfermedad cardiovascular. Consumir hasta siete porciones de frutas y verduras todos los días se asoció con disminución de todas las causas de mortalidad por cáncer y enfermedades del corazón. Consumir vegetales resultó en más protección, mientras que el consumo de frutas congeladas y enlatadas se asoció con mayor mortalidad. Aunque son necesarias más investigaciones sobre los efectos de diferentes tipos de frutas y vegetales, este estudio indica que comer hasta siete porciones de frutas y vegetales tiene un efecto protector sobre la mortalidad por todas las causas relacionadas con cáncer y cardiopatías.

Referencia Miller, Victoria, Andrew Mente, Mahshid Dehghan, Sumathy Rangarajan, Xiaohe Zhang, Sumathi Swaminathan, Gilles Dagenais et al. “Fruit, vegetable, and legume intake, and cardiovascular disease and deaths in 18 countries (PURE): a prospective cohort study.” The Lancet 390, no. 10107 (2017).

Resumen de la investigación Investigadores de 18 países, representando a 28 instituciones de investigación, estudiaron la asociación entre el consumo de frutas, vegetales y legumbres con las enfermedades cardiovasculares y muertes en 135,335 personas, en edades entre 35 y 70 años, sin enfermedades del corazón, en 18 condados ubicados en siete regiones geográficas: América del Norte y Europa, América del Sur, Oriente Medio, Asia del Sur, China, Asia Sur-Oriental y África. Los participantes se inscribieron en el estudio entre el 1 de enero de 2003 y 31 de marzo de 2013, y completaron cuestionarios estandarizados relacionados con su dieta, hábitos de vida, historial de salud y uso de medicamentos. El análisis estadístico reveló que el consumo combinado promedio de frutas, vegetales y legumbres era 3.91 porciones por día. La mayor ingesta total de frutas, vegetales y legumbres se asoció significativamente con enfermedad cardiovascular importante, infarto de miocardio, muerte por enfermedad cardíaca y muerte por otras condiciones. El menor riesgo de enfermedades cardíacas se encontró en el grupo que comió tres porciones por día, comparados con el grupo de control, que no aumentó su consumo. La ingesta de vegetales crudos fue fuertemente asociada con un menor riesgo de muerte en general, mientras que la ingesta de vegetales cocidos demostró un beneficio modesto contra la mortalidad.

Referencia Zong, Geng, Alisa Gao, Frank B. Hu, y Qi Sun. “Whole grain intake and mortality from all causes, cardiovascular disease, and cancer.” Circulation 133, no. 24 (2016): 2370-2380.

Resumen de la investigación Investigadores de Harvard llevaron a cabo una revisión sistemática para resumir la relación entre la ingesta de cereales integrales y el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones. Veinte estudios de cohorte prospectivo se incluyeron en la revisión sistemática. Nueve estudios informaron la ingesta total de cereales integrales y otros once informaron el consumo de alimentos integrales específicos, incluyendo 2,282,603 participantes. Un mayor consumo total de cereales integrales y alimentos integrales específicos se asoció significativamente con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y otras condiciones en el meta-análisis. Los autores informaron que cada tres porciones adicionales de cereales integrales por día se asoció con un riesgo un 25% menor de mortalidad (muerte) por enfermedades cardiovasculares.

Referencia Grosso, Giuseppe, Justin Yang, Stefano Marventano, Agnieszka Micek, Fabio Galvano, y Stefanos N. Kales. “Nut consumption on all-cause, cardiovascular, and cancer mortality risk: a systematic review and meta-analysis of epidemiologic studies.” The American journal of clinical nutrition 101, no. 4 (2015): 783-793.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Catania, Italia, revisaron sistemáticamente estudios prospectivos que analizaron el efecto del consumo de nueces en todas las causas de cáncer y enfermedades cardiovasculares, y cuantificaron el efecto del tamaño en un meta-análisis. Siete estudios para todas las causas de mortalidad, seis estudios de mortalidad por CVD, y dos estudios de mortalidad por cáncer se incluyeron en el meta-análisis, con un total de 354,933 participantes. Una porción de nueces por semana dio lugar a un riesgo 4% menor de mortalidad por todas las causas y una porción al día resultó en una disminución del 27% en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardíaca y otras condiciones. El consumo de nueces se asoció con riesgos específicos de salud como menor índice de masa corporal y menor estatus de fumador, así como aumento del consumo de frutas y vegetales.

Referencia Jaceldo-Siegl, Karen, Ella Haddad, Keiji Oda, Gary E. Fraser, y Joan Sabaté. “Tree nuts are inversely associated with metabolic syndrome and obesity: the adventist health study-2.” PloS one 9, no. 1 (2014): e85133.

Resumen de la investigación Investigadores de Loma Linda University, Estados Unidos, examinaron las relaciones entre consumo de nueces, síndrome metabólico (tres o más factores de riesgo de enfermedad cardíaca) y obesidad en el Estudio de Salud Adventista-dos (el Estudio de Salud Adventista-dos es la segunda fase de un estudio de investigación de salud en 96,000 Adventistas del Séptimo Día en Estados Unidos y Canadá). Se realizaron análisis clínicos, dietéticos, composición corporal y datos demográficos en 803 adultos. Se completó la evaluación del consumo total de nueces, frutos secos y maní, y después los sujetos se clasificaron en poco fruto seco/poco maní, poco fruto seco/mucho maní, mucho fruto seco/mucho maní, y mucho fruto seco/poco maní. Los resultados mostraron que comer una ración de frutos secos a la semana disminuyó significativamente el riesgo de obesidad y síndrome metabólico.

Referencia Tonstad, S., N. Malik, y E. Haddad. “A high-fiber bean-rich diet versus a low-carbohydrate diet for obesity.” Journal of human nutrition and dietetics 27, no. s2 (2014): 109-116.

Resumen de la investigación Investigadores de Loma Linda University, California, estudiaron los beneficios de una dieta alta en consumo de frijoles en un grupo seleccionado al azar de 173 mujeres y hombres con un índice de masa corporal medio (IMC) de 36 kg/m2. El grupo de intervención fue asignado a una dieta de 35,5 gramos por día para las mujeres y 42,5 gramos para los hombres. El grupo de control fue asignado a una dieta baja en carbohidratos. Ambas dietas fueron introducidas gradualmente durante cuatro semanas. Los resultados mostraron que en el 71% que completó la dieta de 16 semanas, hubo una pérdida de peso de 9 libras en el grupo que comió frijoles y 11.5 libras en el grupo con una dieta baja en carbohidratos. Los niveles de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) disminuyeron significativamente con la dieta alta en fibra versus la dieta baja en carbohidratos, como también lo hizo el colesterol total, mientras no difirieron los cambios en otros lípidos y glucosa. Después de 52 semanas, el colesterol total seguía siendo menor con la dieta rica en frijoles.

Referencia Kuchta, Agnieszka, Anna Lebiedzińska, Marcin Fijałkowski, Rafał Gałąska, Ewelina Kreft, Magdalena Totoń, Kuba Czaja et al. “Impact of plant-based diet on lipid risk factors for atherosclerosis.” Cardiology journal 23, no. 2 (2016): 141-148.

Resumen de la investigación Una investigación de la Universidad Médica de Gdansk, Polonia, analizó el efecto de una dieta vegana (sin carne/sin lácteos) sobre el perfil de lípidos séricos en 42 pacientes, en edades entre 23 y 38 años, con aterosclerosis, medido por ecografía Doppler carotídea. El grupo participante consistió de 21 omnívoros y 21 veganos. Los resultados mostraron que las personas veganas se caracterizaron por menores parámetros del perfil lipídico, colesterol total, y colesterol de lipoproteína de baja densidad. La lipoproteína de alta densidad fue aparentemente similar entre los grupos.

Referencia Pettersen, Betty J., Ramtin Anousheh, Jing Fan, Karen Jaceldo-Siegl, y Gary E. Fraser. “Vegetarian diets and blood pressure among white subjects: results from the Adventist Health Study-2 (AHS-2).” Public health nutrition 15, no. 10 (2012): 1909-1916.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos, examinaron la asociación entre enfermedad coronaria mortal e ingesta de agua, y de líquidos distintos al agua, en el Estudio de Salud Adventista (AHS por sus siglas en inglés), un estudio de investigación de salud entre 96,000 Adventistas del Séptimo Día en Estados Unidos y Canadá. Se analizaron datos de 500 participantes en un subgrupo de la fase dos del AHS que asistieron a clínicas y proporcionaron información validada que cayó en uno de tres grupos: veganos (no comen carne ni lácteos), vegetarianos (no comen carne, sí comen lácteos) y omnívoros (comen carne y lácteos). Las clínicas se realizaron en iglesias en los Estados Unidos y Canadá. Los datos dietéticos se recolectaron por medio de un cuestionario por correo. El análisis estadístico demostró que la dieta vegana tenía la PA sistólica y diastólica más baja y el menor riesgo de hipertensión (definido como PA sistólica >139 mmHg o PA diastólica >89 mmHg, o el uso de medicamentos antihipertensivos) en comparación con la dieta omnívora, después de hacer ajustes por índice de masa corporal. Además, el grupo vegano también fue menos propenso a usar medicación antihipertensiva.  

MANTENGA UN PESO SALUDABLE

Referencia Lu, Yuan, Kaveh Hajifathalian, Majid Ezzati, Mark Woodward, Eric B. Rimm, y Goodarz Danaei. “Metabolic mediators of the effects of body-mass index, overweight, and obesity on coronary heart disease and stroke: a pooled analysis of 97 prospective cohorts with 1· 8 million participants.” (2014): 970-983.

Resumen de la investigación Dos cientos setenta y cinco investigadores colaboraron en una revisión sistemática de 97 estudios de cohortes que inscribieron a 1,800,000 participantes, publicados entre 1948 y 2005, para explorar la asociación entre sobrepeso/obesidad y enfermedad coronaria del corazón y accidente cerebrovascular. Adicionalmente, se examinaron las relaciones entre presión arterial, colesterol y glucosa en la sangre y enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Tanto el sobrepeso (BMI ≥25 a <30 kg/m2) como la obesidad (BMI ≥30 kg/m2) se asociaron con un aumento significativo del riesgo de enfermedad coronaria del corazón y accidente cerebrovascular, en comparación con el peso normal (BMI ≥20 a <25 kg/m2). Los resultados mostraron que las intervenciones que reducen la presión arterial alta, el colesterol y la glucosa podrían abordar cerca de la mitad del riesgo de enfermedad coronaria y tres cuartas partes del riesgo de accidente cerebrovascular asociado con índice de masa corporal alto.

DESAYUNE

Referencia Uzhova, Irina, Valentín Fuster, Antonio Fernández-Ortiz, José M. Ordovás, Javier Sanz, Leticia Fernández-Friera, Beatriz López-Melgar et al. “The Importance of Breakfast in Atherosclerosis Disease: Insights From the PESA Study.” Journal of the American College of Cardiology 70, no. 15 (2017): 1833-1842.

Resumen de la investigación Investigadores de Tufts University, Estados Unidos, y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III, España, examinaron la asociación entre distintos patrones de desayuno y factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El análisis se realizó dentro del estudio PESA (Progresión de Aterosclerosis Subclínica Temprana por sus siglas en inglés) en 4,052 adultos, de 40 a 54 años de edad, sin enfermedad del corazón al comienzo del estudio. Se estudiaron tres patrones de consumo de desayuno: 1) desayuno energético alto, cuando contribuye a >20% del total del consumo energético diario (27% de la población); 2) desayuno energético bajo, cuando contribuye entre 5% y 20% del total del consumo energético diario (70% de la población); 3) saltarse el desayuno, al consumir <5% del total de consumo energético diario (3% de la población). Los resultados mostraron que saltarse el desayuno habitualmente se asoció con una mayor prevalencia de aterosclerosis.

HIDRÁTESE CON AGUA

Referencia Chan, Jacqueline, Synnove F. Knutsen, Glen G. Blix, Jerry W. Lee, y Gary E. Fraser. “Water, other fluids, and fatal coronary heart disease: the Adventist Health Study.” American journal of epidemiology 155, no. 9 (2002): 827-833.

Resumen de la investigación Investigadores de la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos, examinaron la asociación entre enfermedad coronaria mortal e ingesta de agua, y de líquidos distintos al agua, en el Estudio de Salud Adventista (un estudio de la investigación de salud entre 96,000 Adventistas del Séptimo Día en Estados Unidos y Canadá). Entre 8,280 participantes masculinos y 12,017 participantes femeninos, de 38 a 100 años de edad, que no tenían enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o diabetes al inicio del estudio en 1976. Los resultados revelaron que de 246 eventos de enfermedad cardíaca fatal durante los seis años de seguimiento, quienes tenían un alto consumo diario de agua (cinco vasos o más) en comparación con un consumo bajo (dos vasos o menos) tuvieron un riesgo significativamente menor de eventos fatales del corazón que quienes bebían niveles más bajos de agua o líquidos distintos al agua, después de hacer ajustes por edad, tabaquismo, hipertensión, índice de masa corporal, educación y terapia de reemplazo hormonal (solo en las mujeres). Los autores concluyeron que la ingesta de líquidos como un factor de riesgo putativo de cardiopatía coronaria puede merecer más consideración en otras poblaciones o usando otros diseños de estudio.

SEPA QUÉ ALIMENTOS EVITAR

Referencia Wang, Miao, Andrew E. Moran, Jing Liu, Yue Qi, Wuxiang Xie, Keane Tzong, y Dong Zhao. “A meta-analysis of effect of dietary salt restriction on blood pressure in Chinese adults.” Global heart 10, no. 4 (2015): 291-299.

Resumen de la investigación Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, y Capital Medical University, China, realizaron una revisión sistemática sobre los efectos de la reducción de la sal en la dieta sobre la presión arterial en adultos chinos, con 14 estudios elegibles que cumplían con los criterios. El número total de participantes fue de más de 8,000 personas. Los criterios de inclusión en el estudio fueron una prueba de excreción de sodio urinario de 24 horas, medición de la ingesta de sal y presión arterial antes y después de reducir la sal en la dieta. El análisis estadístico demostró una reducción de 1.71 veces de la presión arterial (PA) sistólica en los participantes hipertensos comparados con el grupo de no hipertensos. La sustitución de la sal no produjo una reducción estadísticamente significativa de la PA. Los autores concluyeron que la restricción de la sal reduce la PA media en adultos chinos, con el resultado más fuerte entre las personas con PA alta.

Referencia Micha, Renata, Jose L. Peñalvo, Frederick Cudhea, Fumiaki Imamura, Colin D. Rehm, y Dariush Mozaffarian. “Association between dietary factors and mortality from heart disease, stroke, and type 2 diabetes in the United States.” Jama 317, no. 9 (2017): 912-924.

Resumen de la investigación Investigadores de Tufts Friedman School of Nutrition Science and Policy, Estados Unidos, y la Universidad de Cambridge, Inglaterra, estimaron las asociaciones entre el consumo de 10 factores dietéticos específicos y la muerte debido a enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo II entre adultos de Estados Unidos. Una evaluación comparativa del riesgo incorporó datos sobre demografía de la población y hábitos alimentarios de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (1999-2002: participantes = 8104; 2009-2012: participantes = 8516). Las exposiciones incluyeron: consumo de 10 alimentos/nutrientes asociados con enfermedades cardiometabólicas: frutas, verduras, semillas, cereales integrales, carnes rojas sin procesar, carnes procesadas, bebidas azucaradas (SSBs), grasas poliinsaturadas, grasas omega-3 de mariscos y sodio. Los resultados mostraron que el mayor número estimado de muertes cardiometabólicas relacionadas con la dieta se relacionaron con un contenido alto de sodio, bajo de nueces/semillas, alto de carnes procesadas, bajo de grasas omega-3, bajo de vegetales, bajo de frutas y alto de bebidas azucaradas. Entre 2002 y 2012, las muertes cardiometabólicas anuales ajustadas a la población en Estados Unidos disminuyeron un 26.5%. La mayor disminución se asoció con insuficiente contenido de grasas poliinsaturadas, semillas/nueces y exceso de bebidas azucaradas. El mayor incremento se asoció con carnes rojas sin procesar.

Referencia Li, Yanping, Adela Hruby, Adam M. Bernstein, Sylvia H. Ley, Dong D. Wang, Stephanie E. Chiuve, Laura Sampson et al. “Saturated fats compared with unsaturated fats and sources of carbohydrates in relation to risk of coronary heart disease: a prospective cohort study.” Journal of the American College of Cardiology 66, no. 14 (2015): 1538-1548.

Resumen de la investigación Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, Escuela de Salud Pública de Harvard T. H. Chan y la Clínica Cleveland, Estados Unidos, llevaron a cabo un estudio de seguimiento de 24 a 30 años en 84,628 mujeres (Nurses’ Health Study, 1980-2019) y 42,908 hombres (Health Professionals Follow-up Study, 1986-2010) para investigar las asociaciones entre las grasas saturadas comparadas con las grasas insaturadas y diferentes fuentes de carbohidratos en relación al riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los participantes estaban libres de diabetes, enfermedades del corazón y cáncer al comienzo del estudio. La dieta se evaluó mediante un cuestionario de frecuencia alimentaria cada cuatro años. Los resultados indican que las grasas insaturadas, especialmente los ácidos grasos poliinsaturados y carbohidratos de alta calidad, pueden usarse para reemplazar las grasas saturadas para reducir el riesgo de enfermedades del corazón.

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